Que trata sobre una curiosa reunión familiar en la que salen a la luz varios trapos sucios y un inesperado resultado para una partida de cartas.
"El triunfo depende en una tirada de dados del destino; el premio máximo es un lugar en el paraíso" –Friedrich Nietzsche
***
-Veo tu apuesta y subo seis.
-Está bien. Las veo. ¿Qué lleva? –Silencio- ¡Mierda!
-No se puede ganar siempre –Risas- ¿Vuelvo a repartir?
-Reparte.
-¿No lo echas de menos? ¿No añoras tu antiguo hogar? ¿No deseas volver?
-Apuesto cinco. –Suspiro- No voy a negarle que alguna vez he pensado en volver a casa. Lo siento especialmente por mis hermanos. Los extraño mucho. En especial a Rafael. Él siempre fue el más afín a mi… causa.
-Pero nunca aprobó tus métodos. Reconozco que alguna vez temí que él también nos abandonara. ¿Cuántas quieres?
-Hay quien no está dispuesto a pagar el precio que cuesta una auténtica revolución. Dame dos.
-Ahí tienes.
-¿Por qué me mira de ese modo?
-A pesar de tus cicatrices sigues siendo hermoso. Siempre fuiste el más hermoso.
-Sí… Bueno…
-No me dejaste otra opción.
-Sabía que apostaba fuerte al desafiarle, Padre. Asumo todas las consecuencias.
-Sentí mucho tu pérdida. Aunque no te lo creas. Veo tus cinco y subo otras cinco.
-Las veo. Y no se ponga sentimental. Reconozca que ahora es todo mucho más… interesante.
(Risas)
-Tiene su aliciente, sí.
-A veces dudo, y creo que me precipité y que debería haber seguido a su lado, seguir el camino que había marcado para mí… A veces siento que me faltan. Que nada de esto me llena realmente. Que no termino de encontrar lo que buscaba. No me siento… completo.
-¿Y no regresas?
-No puedo, padre. Mi oposición es necesaria. Lo sabe. Sin mí todo se desmoronaría. Me necesita donde estoy para ser quién es… igual que yo le necesito a usted.
-Es un modo de verlo.
-Es el modo de verlo. ¿Qué lleva?
-Dobles parejas. ¿Por qué sonríes de ese modo?
-Trío… de seises.
(Risas)
-Eso me recuerda una cosa.
-Diga.
-Al parecer la otra noche te pasaste un poquito con la puesta en escena. ¿No crees?
-¡Ah! ¿Eso? –Risas- Bueno, ya sabe como son. El temor es la única manera de que le respeten.
-Me gustaba más tu antigua imagen.
-La pluma pasó de moda, padre. Ya no se lleva.
-Soy un sentimental. Quiero una.
-Aquí tiene. ¿Y el pequeño cómo está? ¿Tan sacrificado y perfecto como siempre? ¿Sigue sin replicarle?
-Él nunca ha dudado de mí.
-Eso no es cierto.
-No le perdonas que te rechazara ¿verdad?
-No está en mi naturaleza perdonar.
-Era tu mejor baza, pero no pudiste llevártelo a tu terreno. Lo que le hiciste estuvo muy feo.
-Fue él quién no supo elegir a sus amigos. Fue muy fácil comprarle. Y la culpa es de usted.
-¿Mía? Apuesto diez.
-No estaba preparado. No tenía la sangre suficiente. Era demasiado débil… Además, no se haga el santo conmigo que mi actuación le vino de maravilla a sus planes. Y usted también lo puteo bastante ¿No cree? Podría haberlo evitado de haber querido.
-Fue como tuvo que ser. Era su destino. Y él lo aceptó con la valentía y la resignación que tú nunca tuviste.
-Es un cabrón. En serio. Discúlpeme, pero no entiendo como mis hermanos aún le aguantan.
-Muchos de ellos me dieron la espalda y se fueron contigo.
-Y usted tampoco lo perdona.
-Lo haría si me lo pidieran. No dejo de ofrecerlo.
(Silencio)
-Todo a esta mano.
(Silencio)
-Lo veo.
-Usted primero. Descubra.
-Póker… de reyes. –Risa- Lo siento hijo…
-Espere un momento –Silencio- Escalera de color.
-¡Maldición!
-¿Qué es eso, padre? ¡Que poca deportividad! ¡Que mal perder! Ya lo sabe… -Risas- No se puede ganar siempre.
-Últimamente no tengo una buena racha.
-Lleva siglos sin tener una buena racha. Le he sacado 53 esta noche. No está nada mal ¿No cree?
-¿Has pensado ya cómo te las vas a cobrar?
-Bueno… Es Navidad. Había pensado en suicidios. Son muy propios en esta época del año. Además… Así me aseguro de que no tenga ningún as en la manga. No me gustaría que a alguno de mis hermanitos le diera por colarse en la fiesta sin invitación. Tienen esa fea costumbre.
-Sabes que yo nunca juego con las cartas marcadas.
-No, usted es más de dados.
-Eso dicen.
(Risas)
-Un placer, padre. Como siempre.
-Luzbel…
-¿Sí?
-Buenas noches, hijo mío.
(Silencio)
-Buenas noches, padre.
Dana Kürten
"¡Cómo has caído de los cielos, Luzbel, hijo de la Aurora! ¡Has sido abatido a la tierra dominador de naciones! Tú que dijiste en tu corazón: << Al cielo subiré, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de Reunión en el extremo norte. Subiré sobre las alturas de las nubes, y seré como el Altísimo>>."
(Is 14:12-14)
"Dios no juega a los dados con el Universo"
(Albert Einstein)
"Dios no sólo juega a los dados con el Universo, si que ademas los tira dónde no podamos verlo"
(Stephen Hawking)
Estupendo. Dana, felicidades, lo has bordado. Y digo bordado porque has sabido jugar muy bien la partida con el diálogo consiguiendo intrigar al lector. A la par, se intuyen trasfondos que dan fuerza a las risas.
ResponderEliminarQuizás, en la línea "Es un cabrón. En serio..." ahí no estoy seguro si se refiere al que tiene delante o a la tercera persona, y tanto un camino como otro en vez de confundir, intriga porque existen ambas posibilidades. Y esto, me encanta.
En cuanto a las recurrentes risas, hecho en falta algo de descripción o ambientación. Sin embargo, el conjunto es inmejorable.
Muy bien escrito y deseandico me tienes de leer tu próximo relato o poesía.
Saludos cordiales :)